Pues para empezar les quiero contar que este fué un viaje totalmente improvisado, pero como valió la pena. Un día anterior a este viaje, en Kyoto se celebraba un famoso festival, el "Daimonji", que es el festival con el cual culminan las fiestas del O-bon, (Una festividad similar a lo que para nosotros es el día de muertos). Durante el Daimonji se encienden 5 Kanjis gigantes que se encuentran en los montes que rodean la ciudad de Kyoto, desde un buen spot es posible apreciar estos Kanjis, es un espectáculo singular.
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| Kyoto Daimonji |
Este día también nos reunimos con amigos que nos visitaban desde Kanazawa, y acabamos como solíamos terminar nuestras visitas a Kyoto, a orillas del río Kamo teniendo una agradable reunión.
Fué en esos momentos que surgió la idea de visitar Amanohashidate, en menos de 10 minutos ya teníamos organizado para el día siguiente nuestro viaje a esta playa. En esos momentos ya era tarde, y planeábamos salir temprano, sin lugar a dudas levantarse al día siguiente iba a ser toda una odisea.
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| A orillas del Río Kamo |
Como era de esperarse, al día siguiente no logramos levantarnos a tiempo y perdimos el autobús que nos dejaba en la estación de tren, aún así era temprano y no hubo problema. El recorrido desde Minami-Kusatsu hasta Amanohashidate es de apróximadamente 3 horas, hay que hacer varios transbordos y puede llegar a complicarse un poco. Ese día íbamos acompañados de una amiga que nos ayudó mucho a llegar sin contratiempos a nuestro destino. Recuerdo que el último transbordo fué en un tren demasiado viejo, fué una experiencia para no catalogarla como mala, podría decir que fué diferente, la verdad es que la vista desde el tren era muy buena, pasamos por muchos ríos y bosques.
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| Si, ese tren nos llevó a nuestro destino |
Finalmente llegamos a Amanohashidate, ya se sentía la humedad, el calor y la brisa de la playa, era un día muy agradable. Nuestra primera opción fué dirigirnos hacía el teleférico para poder llegar hasta el mirador que se encuentra en lo alto de un monte.
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| Desde el teleférico |
Desde el mirador se aprecia Amanohashidate y sus alrededores, destacando la delgada franja de tierra que separa el mar del lago, en verdad es una vista espectacular, por esa vista había valido la pena el viaje.
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| Amanohashidate |
En este mismo mirador hay un jardín botánico y diversas atracciones, una de las que más llamo mi atención es que en lo más alto del mirador hay rieles, donde hay una especie de triciclo asegurado y que al ir pedaleando vas recorriendo este pequeño circuito.
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| Alguien gusta dar una vuelta? |
Para bajar del mirador había que tomar otra vez esta especie de teleférico que nos dejó muy cerca del centro del pueblo. Ya era más de mediodía y ya empezaba a calar el hambre, al ser playa había muchos restaurantes de pescados y mariscos, ese día comimos muy rico.
Para bajar la comida caminamos un rato por el centro del pueblo, para posteriormente dirigirnos a la franja que divide el lago del mar, es un recorrido de apróximadamente una hora. Del lado del mar hay puntos donde hay playas y aprovechamos para caminar a las orillas de la playa, el agua era muy clara en esta playa.
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| Paseando por la playa |
El camino esta rodeado de árboles y de diversos puntos para hacer picnic, además puedes rentar una bici o simplemente caminar, fué muy amena esa caminata. Una vez que llegamos al otro extremo descansamos un rato, pero ahora había que regresar y ya era algo tarde, tuvimos que pagar por un servicio de lancha que nos regresó a la otra orilla. Teníamos que apurarnos para alcanzar el tren de regreso a Kyoto.
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| Caminando por Amanohashidate |
Del camino de regreso no les puedo platicar mucho, solo recuerdo que me despertaba para transbordar e inmediatamente volver a quedar dormido. Fué sin lugar a dudas un viaje improvisado, pero que me gusto mucho. Si alguna vez se encuentran cerca de Kyoto, este es uno de los lugares a visitar.
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| El transporte de regreso |
Nos vemos hasta la próxima entrada!!!
Mata ne!! (Hasta la próxima!!)
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