domingo, 4 de agosto de 2013

Clausura del curso de Japonés, partida a Minami-Kusatsu!!!

Después de la visita a Tokyo, ya sólo nos quedaban pocos días en Nagoya, había que preparar las presentaciones finales, y prepararnos para la mudanza,  el grupo de 33 kenshuines iba a ser dividido en 5 ciudades, dependiendo del curso.
Estas ciudades eran Kanazawa, Osaka, Kyoto, Kusatsu y el grupo que se quedaba en Nagoya.

Clausura Curso de Japonés


Las presentaciones finales consistían en una exposición de 3 a 5 minutos en japonés, los temas debían tener relación con Japón, dirán que 5 minutos no es mucho, pero en verdad sufrí. Parte de esta clausura eran las palabras de agradecimiento por todas las atenciones prestadas, que fueron muchas (realmente se sentía feo dejar Nagoya), y la entrega de certificados del curso de Japonés.

Programa de Clausura


No se si se acuerden de los 4 grupos en los que estabamos divididos, estos eran Sakura, Take, Ume y Matsu, por grupos ibamos ir presentando.

Matsu
Take






























Las presentaciones se fueron rápido, hubo algunas muy originales, unas chistosas, otras divertidas, en general estuvieron  bien. También recuerdo las palabras de agradecimiento de unos amigos, muy buenos discursos, en los que realmente se expresaba el agradecimiento a esta oportunidad, recuerdo que en uno de estos discursos vi a miembros de la familia internacional con algunas lágrimas en los ojos. La parte final de la clausura y la entrega de certificados fué muy emotiva.

Sakura













Ume

















Era el momento de despedirnos de nuestros senseis, ya que era el último día que los veríamos en el centro JICA, en el caso de mi grupo teníamos 3 maestras, imagino que era díficil hacernos aprender japonés y  por eso necesitábamos tantas maestras (jajaja).

Ese mismo díá, por la noche, era momento de despedirse del "omoshiroi no heya", (recreation room), y que mejor que con una fiesta, de la fiesta solo puedo decir que fué muy buena, épica es la palabra.

Los últimos 2 días en Nagoya, ya no teníamos clases, en cierta forma los teníamos libres para arreglar pendientes y prepararnos para la mudanza, o bien también se podían aprovechar para conocer lugares de Nagoya que no hubiesemos visitado.

Departamentos en Minami-Kusatsu
El día de la mudanza nos dividimos en 2 grupos, el grupo de kanazawa que partieron en tren, y el grupo de Kusatsu, Kyoto y Osaka, que partimos en autobús, estas 3 ciudades se encuentran rumbo a la misma dirección. Ese día por la mañana nos despedimos de los demás tomodachis. El viaje a Kusatsu fué de 2 horas, fuimos los primeros en dejar el autobús, era raro despedirse de un grupo con el que habías convivido a diario durante 4 meses, se sentía cierta nostalgia, pero también es cierto que lo mejor estaba por venir.

Nuevo Cuarto

El primer día en Kusatsu, se sintió un gran cambio, el vivir en una ciudad grande y bulliciosa como lo era Nagoya, a mudarte a un pequeño pueblo como lo era Kusatsu. Lo primero fué el cuarto, era un cuarto pequeño con todo lo indispensable para vivir bien, pero si había menos comodidades que en Nagoya, al final esto no fué ningún problema, mi cuarto llego a gustarme y mucho.

Otra vista del cuarto


A nuestros alrededores no había grandes tiendas departamentales, ni tantas cadenas de restaurantes, pero teniamos 2 convinis en los alrededores del departamento, estos eran Lawson y Family Mart. La estación de trenes nos quedaba a media hora caminando y la Universidad a 20 minutos, igual caminando.

El primer día los 6 kenshuines nos fuimos a comer Ramén en un negocio local, con mesas al ras del suelo y piso de tatami, el ramén sabía muy rico. Posteriormente seguimos examinando que había a nuestros alrededores, en ese momento la zona más activa  era la zona aledaña a la estación de trenes. Poco  a poco fuimos descubriendo lugares interesantes, pero poco a poco les iré contando de la vida en Kusatsu.

Fuera de Minami-Kusatsu Eki


En el camino de regreso al departamento, nos dimos cuenta que cambiamos los grandes edificios y los espectaculares de Nagoya, por campos de arroz y casa con un estilo más tradicional, para ser sincero el cambio no me molestaba, Kusatsu era un lugar agradable para vivir.


Ese día por la noche también cambiamos el sonido de los trenes, por el sonido de las cigarras, y de vez en cuando se podía apreciar el sonido del shinkansen (tren bala), pasándo a lo lejos, como lo mencioné anteriormente, lo mejor estaba por venir.

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