domingo, 8 de junio de 2014

Hiroshima y Miyajima!!!, el último viaje en Japón

Eran inicios de de Octubre y ya solo nos restaban 3 semanas más en Japón, el tiempo se había ido volando, en lo particular no podía creer que ya llevaba 8 meses viviendo en Japón, un país que en un principio nunca había imaginado estar, pero que ya en esos momentos consideraba como mi segundo hogar.

En aquellos días ya llevaba semanas planeando un  viaje a Hiroshima y Miyajima, dos lugares que debía visitar antes de regresar a México. Este viaje iba a ser un poco diferente a los otros, en primer lugar era un viaje que hicé solo. Por otra parte era la primera vez que iba a viajar en Shinkansen (tren bala), esto también me causaba mucha curiosidad y emoción.

El pasaje que compré para el Shinkansen era un boleto abierto, o sea que podía utilizarlo en cualquier Shinkansen que hubiese hacia Hiroshima, pero que corría el riesgo de ir de pie en caso de que el vagón fuera lleno, este fué el boleto más económico que pudé conseguir.

Mi primer y único viaje en shinkansen


El día del viaje, un sábado, recuerdo haberme levantado temprano para tomar el tren a Kyoto, y ya en Kyoto poder tomar el shinkansen hacia Hiroshima. En esos momentos sabía el japonés necesario para poder preguntar por el andén y la hora a la que podría tomar el tren, no hubo inconvenientes y afortunadamente había muchos asientos vacíos, por lo que pudé ir sentado todo el camino.
El viaje duro aproximadamente 1:45 minutos, un viaje relativamente corto si consideramos que en autobús son aproximadamente 8 horas de recorrido. Para ser sincero esperaba sentir la velocidad o alguna peculiar sensación, pero la realidad fué que el viaje fué muy cómodo, y solo te dabas cuenta de lo rápido que iba el tren al mirar por la ventanilla.

Una vez en Hiroshima no podía creer lo moderna que era la ciudad, en mi mente no concibía que tan solo unas décadas atrás una bomba atómica hubiese detonado en ese lugar. Hiroshima es una ciudad grande con edificios modernos y donde hay mucho movimiento, como dirían los japoneses "nigiyaka no machi". Otra de las cosas que llamó mi atención es que las estaciones de tren y de metro estaban cubiertas de césped y plantas, alrededor de los rieles.

El primer lugar para visitar en mi itinerario fué "el Museo de la bomba atómica", un lugar donde se tienen muchos documentos históricos, fotos y objetos que son testimonio de lo que pasó en ese lugar. El recorrido empieza con un poster que marca la hora 8:15am. del 6 de agosto de 1945, el "día en que el tiempo se detuvo", y muchos relojes detenidos a esta hora.


8:15 am


En el museo hay secciones donde te explican como Estados Unidos planeó este ataque, posteriormente una parte del antes y el después de la bomba, esto fué lo que más me impresionó. Existe una sección de objetos que son testimonio de lo que pasó ese día, estos son muy explícitos, como ejemplo un muro donde se ven claramente las sombras de 2 personas después del impacto. Finalmente la última sección del museo esta dedicado a la paz, donde diferentes personajes históricos condenan este hecho y se pide a todos los países del mundo no volver a repetir un acto como este. El recorrido del museo lo hicé en apróximadamente 3 horas, al final del recorrido acabé con una sensación algo rara, en cierta forma si llega a influir en tu ánimo lo que ves en el museo.


Dentro del Museo


Al salir del museo, hay un parque dedicado a la paz, donde existe una antorcha encendida que representa la llama de la paz, y dónde cada año se conmemora este hecho. El parque es grande y muy cuidado, hay muchas esculturas dedicadas a la paz, entre las que sobresalen las palomas de origami. Junto al parque existe un río donde en una de sus orillas se encuentra el domo de Hiroshima, lo que antes de la bomba atómica era el ayuntamiento, la única estructura que queda de ese día. Este lugar se convirtió en uno de los lugares más visitados de la ciudad , hay recorridos en lancha sobre el río, además de que frente al domo generalmente hay grupos de coros que cantan con regularidad.
Es impactante ver la estructura de frente e imaginar que antes todo alrededor estuvó en ruinas.



Parque de la Paz y Domo de Hiroshima

Después de la visita al museo y al parque de la paz, caminé por la calles aledañas buscando el castillo de Hiroshima, este se encuentra dentro de un parque, donde se pueden encontrar algunas otras estructuras históricas, aunque todas estas fueron reconstruidas debido a que fueron destruidas debido a la bomba. Desde lo alto del castillo se tiene una muy buena vista de la ciudad de Hiroshima.

Castillo de Hiroshima


Ya en la tarde, antes de regresar a la estación, paseé un rato por el puerto, donde en uno de los mercados compré un "okonomiyaki" (una especie de pizza con varios ingredientes a la plancha), me habían dicho que estos son originarios de Hiroshima, así que debía probarlo, sabía rico, pero pronto volví a tener hambre.

Caminando por Hiroshima


Ya en la estación de trenes, justo antes de anochecer, tomé un tren hacia Miyajimaguchi, el puerto que te da acceso a la isla de Miyajima y donde había reservado el hostal. El viaje fué un trayecto largo, de apróximadamente una hora , el tren no era muy moderno además de que había mucha gente que viajaba hacia aquellos rumbos. El problema aquí fué que las estaciones tenían el nombre en Hiragana y no en romanji, a veces no alcanzaba a leer el nombre. más de 3 veces creí que me había pasado, pero al final pudé llegar a mi destino.

Escapada de noche a Miyajima


Una vez en Miyajimaguchi fué fácil dar con el hostal, se encuentra cerca del puerto donde se toma el ferry a la isla. Ya eran aproximadamente las 8:30 de la noche y llovía levemente, el recepcionista, era un japonés que quería parecer a John Lenon, fué el quien me atendió, hablaba buen inglés, así que no hubo problema.
Una vez instalado fuí a caminar por los alrededores, llegué al puerto y ví que aún había ferrys de ida y de vuelta, tenía solo una hora quince minutos para poder alcanzar ferry de regreso y pues dijé ¿porqué no?, no me arrepiento de haberlo hecho. Una vez en la isla, el camino hacia el templo Itsukushima estaba iluminado por algunas antorchas. Seguí este camino hasta llegar a una orilla de la bahía dónde había una buena vista del "Tori" en el mar, donde pudé tomar algunas fotos. El camino hacia el templo estaba lleno de venados. Una vez en la entrada del templo de Itsukushima había una especie de ceremonia, donde no entendí exactamente que me dijeron, pero al parecer no podía entrar. Justo unos minutos después de este hecho, la ceremonia terminó  y la gente empezaba a salir, fué el momento adecuado para  poder perderme entre la gente y entrar al templo, donde pude tomar algunas fotos que me gustaron mucho, la iluminación era buena y solo era posible apreciarla desde dentro del templo, al final nadie se dió cuenta que no tenía que estar ahí.

Desde dentro del templo


Después de esto ya era algo tarde, tuvé que correr para alcanzar el último ferry de regreso al puerto, si no, no tendría un lugar donde dormir, sin aliento pero llegué justo a tiempo, había valido la pena esa visita fugaz, al siguiente día ya podría visitarlo con más calma.

De regreso en el hostal tenían una pequeña fiesta entre todos los huéspedes, platiqué con varias personas ese día, entre ellos 2 miliatres americanos que todos los fines de semana iban a Miyajimaguchi a pasar sus fines de semana, una alemana que estaba recorriendo Japón en bici, una coreana que fué adoptada, padre francés, madre italiana y vivía en Belgica (algo confuso), y finalmente una pareja de franceses que al día siguiente me los toparía en diferente partes.
Después de un rato decidí ir a dormir, ya que era tarde y al día siguiente tenía que levantarme temprano.

Futuros artistas


Miyajima es muy conocido principalmente por el templo de Itsukushima ("Itsukushima Shrine"), que es un templo que se encuentra en la orilla de la isla, y que cuando la marea es alta parece como si el templo flotará en el mar, un lugar que tienen que visitar si visitan Japón.

Itsukushima Shrine


Ya una vez en Miyajima recorrí con más calma el camino hacia el templo, y me dí cuenta que había muchos más templos, los cuales no había visto la noche anterior. Volví a entrar al templo, esta vez si estaba abierto al público en general, y también aquí ví muchos detalles que no había observado la noche anterior. La cantidad de venados durante el día era mucho más que en la noche, en las orillas dela bahía había muchas familias japonesas, cuyos hijos dibujaban el templo y el "tori" en el mar.

El templo flotante


Después de visitar el templo, entre al pueblito que se encontraba a las faldas de la montaña, un lugar muy pintoresco y muy tradicional que me gusto mucho, en ese lugar comí unos "onigiris" para poder aguantar lo que seguía, que era llegar a la cima del monte. Había dos formas de subir, una era caminando y otra por teleférico, opté subir por el teleférico y bajar a pie, otra muy buena decisión ya que las vistas desde el teleférico eran impresionantes.

Un pueblito pintoresco


Una vez en la última estación del teleférico faltaba media hora a pie para poder llegar hasta la cima, pero vale la pena hacerlo, desde la cima puedes llegar a ver el puerto de Hiroshima y todas las islas alrededor de Miyajima.

Teleférico


Después de estar un rato en la cima tomando fotos, decidí emprender el camino de regreso a pie, este fué como de hora y media, creo que se puede hacer en una hora pero me perdí 2 veces y tuve que regresar para corregir el camino (existen demasiadas veredas en ese monte y no entendía los señalamientos). El camino de regreso fué agradable, toda la persona con la que topabas se dirigía con un "konnichiwa" (buenas tardes)  ó con un "ganbatte"(ánimo!!), además de que despúes de un rato llegabas a un arroyo y en las orillas del arroyo encuentras templos escondidos entre los montes, pese a que ya estaba cansado creo que fué buena opción descender a pie.

Desde la cima de Miyajima


Ya una vez en el puerto eran como las 7 de la tarde, lo que seguía en adelante era tomar el camino de regreso, que consistió en un tren hasta Hiroshima, de ahí el Shinkansen de regresó a Kyoto y de Kyoto un tren de regreso hasta Minami-Kusatsu. Una vez en el departamento estaba fundido, pero puedo decir que este fué uno de mis viajes favoritos, Miyajima junto con Kyoto son los dos lugares que conocí en Japón que más me gustaron, sin duda uno de mis viajes favoritos.

Esta es una de las últimas entradas del blog, estoy llegando a lo que es el final de mi estancia en Japón, gracias por la atención y nos vemos en la próxima entrada.
Mata ne!!
またね!!
(Hasta la próxima)







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